Así es como mis padres Domènec Polo y Antònia Sierras, aparecieron en este barrio, medio barcelonés y medio adrianense.

Desde aquí inculcaron a sus hijos el mundo de la restauración.

Este bar, con la nueva remodelación del barrio, cambió de ubicación en 2001.

 

Gracias a la ayuda que he tenido de mis hermanos, durante estos 25 años hemos seguido el legado que nos dejaron nuestros padres y hemos continuado en este fabuloso mundo de la restauración, haciendo posible que el nuevo establecimiento que juntos creamos fuera actualmente una realidad.

Mis hermanos Leo, Mari Carmen y yo, hemos hecho posible que el nuevo Restaurant JUNCÀ, haya sido una realidad.

Desde aquí les quiero agradecer la implicación y dedicación en este proyecto y agradecerles el que siempre hayan estado a mi lado en todo momento.

 

 

Alguien se preguntará el porque del nombre JUNCÀ.

No es un nombre inventado a la ligera, este nombre viene de mis abuelos, por parte de mi madre.

Ellos tenían una fábrica de pieles en el barrio de Pueblo Nuevo en Barcelona que se llamaba "Pelleteria JUNCÀ".

Así que cómo veis es, también es un homenaje a mis abuelos que, seguro, algún granito de arena también han puesto en este Restaurante.

 

 

Finalmente, todo esto no hubiera sido posible, aún con la colaboración de los hermanos, padres y familiares, sin las personas que más cerca y que diariamente han sido mi apoyo.

Estas personas han sufrido y han sentido lo que yo.

 

Desde aquí quiero agradecer a mis hijas (Jeni y Jessica) y muy especialmente a mi mujer Cati su apoyo e implicación en este negocio que hemos emprendido juntos.